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Me he encontrado con este post en borradores y debía subirlo aprovechando que es jueves y que throwback thursday o jueves de «el baúl de los recuerdos»

Disfruten. Y tengan en cuenta que es de hace seis años. Me lo he pasado muy bien en mi vida, la verdad.

Barbijaputa y yo nos conocimos en Septiembre de 2009.   El papagate no comienza hasta el día siguiente de nuestro flechazo, cuando yo me fui a Roma.

En mi trabajo tenemos la sana costumbre de traer postales de las ciudades que visitamos para el resto de los compañeros. A raíz de esta entrañable costumbre nació un subgrupo (éramos un grupo de 20) obsesionado en coger siempre la postal más fea.

Cuando visitamos el Vaticano no pude resistirme a comprar especialmente unas postales para el subgrupo, ya que era fácil encontrar  motivos poco agraciados.

De las cuatro postales del personaje que compré sobraron dos, que tuve guardadas celosamente hasta hace dos meses.

Y hace dos meses… llego toda orgullosa a mi casa, el hogar que comparto con Barbijaputa en un bonito barrio con seguridad privada. Llegaba orgullosa porque estaba preparando una caja con regalos para enviar a Canadá y me había encontrado con las postales. Y como soy una cachonda pensé:

– Ja! Una postal se la envío a Canadá y otra la pongo en la nevera.

¿ Por qué en la nevera? Para hacer un vade retro cada vez que le veamos, está claro.

Total que yo, gozosa le comunico la idea a mi mujer que…

– Me tienen que matar para que permita que este hombre vaya a verme a mí en bolas, ahí colgado del frigo con cara de tocar niños. De eso nada, ahí colgamos cosas agradables.

Total, que dejo la postal guardada entre unos cuantos papeles, en la silla al lado de la cama. Y al día siguiente venía nuestra «asesora de higiene», esa entrañable mujer que nos soluciona la vida limpiando un par de horas por semana.

Y al llegar a casa… me encuentro con que ha colocado la postal en la puerta del armario, para que yo lo tenga bien presente. Flipo en colores y la vuelvo a poner entre los papeles.

Y la semana siguiente… me la había colocado en la mesilla, inclinada sobre la lámpara. Y ahí ya tuve que llamar a mi esposa para que se descojonara.

Hasta aquí la historia de por qué tengo una foto del papa en mi mesilla. Me he rendido, el servicio está más contento sabiendo que trabaja en una casa de bien, cómo se nota que no abre el armarito de la mesilla y se encuentra el vibrador, las esposas y el antifaz…

Los otros

Cuando uno da noticias de mierda la gente se bloquea.

A todos nos pasa cuando alguien a quien aprecias te da una mala noticia. Intentas buscar palabras y la mayor parte de las veces no sale nada.

Necesitas tiempo para reaccionar. Todavía estoy en el proceso de decírselo a gente, empecé con primera línea, también pedí a amigos y familiares que me ayudaran porque los primeros días uff.

Además que odio hablar por teléfono y por mi trabajo tengo que hacerlo mucho más de lo que me gustaría. Y los primeros días hablando por teléfono del tema se me quebraba la voz. Así que por mensaje mucho mejor.

Y claro que el post anterior lo escribí desde un humor muy específico pero hay días en los que no me apetece hablar con nadie. Me apetece sofá y leer libros para distraerme.

La tasa de supervivencia del cáncer de mama sin metástasis (es decir, yo) es muy alta afortunadamente. Siguen muriendo mujeres, demasiadas mujeres todos los años por esta enfermedad.

Voy a dejar este post como prólogo largo de otro que necesito escribir con editora.

Lo que quería contar en este es alguna reacción excesivamente optimista:

  • ¡Tranquila! ¡Ya verás que esto no es más que un tratamiento de belleza! (es hombre, no sé qué tratamientos de belleza conoce pero casi que mejor no pregunto)
  • Conozco a fulana que lo pasó y me dijo que poco más que un resfriado grave (de estos resfriados que mastectomía completa, claro)
  • ¿qué planes tienes para este verano? ¿Tienes algún viaje planeado?

O excesivamente morbosa:

  • (misma persona unos días más tarde) ¿Qué tipo de cáncer es?¿cuando empiezas el tratamiento?¿Que tal estás? ¿Hay historial de cáncer en tu familia?

Ahi flipé un poco y le respondí como pude, esta persona no es amiga mía, es la prometida de un amigo del guiri. Siguió con ¿te han dicho que tipo de cáncer es? ¿qué sintomas tenías? Ya mi cabreo fue mayúsculo en plan te metes las preguntas morbosas por el culo y tardé en responder dos días . El domingo pasado la vi y todavía me pregunta ¿tienes algún viaje de trabajo planeado? Mi conclusión sobre esta persona a la que apenas conocía es que no le da y por eso mi pregunta en el twitter de cómo interactuar con idiotas sin quedar como una cretina.

De aquí podemos seguir al siguiente post sobre el exceso de optimismo, la infantilización, el problema en llamar a las cosas por su nombre… Pero es más de pensar y saber escribir así que necesito ayuda.

(Ayer empecé a escribir un post y no me estaba gustando. Me dice Lili (@laliliquelee) que copiarse a una misma no es plagio así que paso a copiar modificando un poco un correo que mandé a mis chicos y otro que mandé a mi familia materna)

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Hola majos,

Os escribo para hablaros de mi libro…
Os mandaría un mensaje pero es un coñazo y con la funda del telefono que tengo más coñazo de teclear
En la parte agradable de la historia ando negociando con la santa empresa mi vuelta al hogar. Es un curro nuevo que me tiene ilusionada. Crearon una empresa nueva, nos migraron y están tardando en mandarme la oferta económica incluso más tiempo del habitual. si, volvería con el guiri y nuestro bicho peludo, Sloan. Quizá yo volvería antes y el mas tarde porque bueno, su padre está enfermo desde hace tres meses (tiene un linfoma) y le quería dar tiempo a que llegue cuando quiera. Yo planeaba ya estar por ahi en verano
Peeeeeeeeeero…
Hace un mes, un miércoles me estaba acostando y noté un bulto en el pecho. Un BULTAZO. Tamaño mandarina. No estaba ahí dos días antes. Una sabe cuando tiene una mandarina en la teta y eso no estaba ahi. Asi que me asusté mucho, fui al médico, bla , pruebas, bla , mas pruebas, cancela viaje a Cancún, más pruebas… y nos plantamos en el lunes que me dicen que tengo cáncer. Yo. Con 32 años. ¿Cómo?
Evidentemente no terminan de creerme cuando les digo que la mandarina apareció un miércoles por la noche porque son científicos y es su trabajo ser escépticos. Pero así fue. También os digo que quitando el bulto yo estoy bien. Pero como voy a tener cáncer si yo estoy bien. En fin, siguientes pasos es hacerme mas pruebas (una segunda biopsia, otro escaner para descartar que esté más extendido…). en todas partes en internet hablan de estadios de cáncer en cuanto a bultos de más  o menos de 2 cm. esto es una puta mandarina.
En fin, cuando tengan todos los resultados, viendo mi caso van a tener una reunión el miercoles que viene de un comité que decididrá si primero quimio y radio a ver si se reduce o primero cirugía. Y bueno ellos saben y dirán pero yo no quiero primero cirugia porque eso significa que me quitan una teta. Si.  Os lo digo para que lo tengais en cuenta y no me digais que «conozco a fulana que dijo que lo ha pasado y que fue poco mas que  un catarro » whatsapp recibido estos dias, porque no conozco a ninguna mujer que tenga un catarro y le quiten una teta. La alternativa que yo prefiero es que prueben primero quimio y radio a ver si el bicho este se reduce y pueden quitarme luego el tumor en lugar de a lo bruto desde el dia uno.
Bueno total, que ando buscando ya un medico en España al que pedirle una segunda opinión cuando tenga todos los resultados. Sobre todo porque no quiero estar aqui seis meses si me dicen que el tratamiento va a ser mas de x. Y porque bueno si me tengo que  quitar una teta pues me la quito pero asi de entrada mi opinion es: no, mi teta es mia, me gusta y me la quedo.
Nunca habia hablado tanto de mis tetas en un correo.
Yo estoy animada. No me estoy haciendo la fuerte. EStoy acojonada pero hoy estoy bien. Vamos a ver como va todo esto, mi padre llega la semana que viene a cuidarme y se quedará como un mes. Yo en cuanto pueda voy a casa sobre todo por mis amigos. Yo quiero estar en casa y poder veros cuando esté medio bien. Habra dias que llore y esté mal. Hoy estoy bien.
La semana que viene me voy a cortar el pelo, dicen que es mejor y es lo que menos me preocupa.
¿Como podeis ayudarme? Mandarme chorradas electrónicamente, algun mensajin, alguna cancion. Pensad en algun plan que podamos hacer, ir a casa del chiqueto, ir a Salobreña, volver por el norte.
La semana pasada antes de las noticias y pensando ya que iba a estar por alli en otoño estuve viendo que por Segovia hay sitios donde ir a hacer kayak.
Os quiero. Se que llevo mucho tiempo fuera y que todos hemos cambiado, ennoviado, comprado casas, no nos vemos, pero para mi sois como mi familia. Mis primos.
Besos,
NombreReal
p.d: no puedo volver desde ya a España a tratarme porque nuestro Gobierno me quitó el derecho a sanidad publica hace unos años de regalo de Reyes. No os voy a decir a quien votar en Junio pero a mi me han dado un motivazo más para odiarles. TEngo que esperar a que me firmen el contrato para poder volver.
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Otro email con más noticias (este para mis tías)
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Ayer me dieron las mejores noticias que me podían dar. Que es que a pesar de los últimos 15 años (o más, ejem) mi hígado se mantiene firme. Y los huesos de vasca también.
Que de momento la teta se queda donde está porque empezaremos con quimio a ver si el tumor se reduce. ES un señor tumor. 7.7 cm x 2.7 cm (soy de Bilbao, todo a lo grande).
Estadio 3 porque además hay un ganglio afectado.
PERO le mandé los informes a una ginecólogo nuera de un amigo de mi padre y me dijo que no es agresivo y que además es hormonalmente receptivo. Vamos que en cuestión de tumores muy majo.
Además es un cáncer de toda la vida, nada exótico. Y ya sabéis que sobre todo en cuanto a cánceres queremos cosas normales.
Es cierto que mi concepto buena/mala noticia está totalmente hecho puré pero salí de alli contentísima porque después de un mes de malas noticias por fin varias buenas todas seguidas.
Es de esperar que vea al oncólogo la semana que viene y que entonces tenga claro el tratamiento. Una vez tenga claro cómo quiere tratarlo decidiremos si me vuelvo ya a Madrid o no o qué.
Además probablemnte tenga que hacerme un tratamiento de fertilidad y congelar unos embriones. Me parece que si es cuestión de congelar cosas en Canadá mejor ¿no? Es probable que no pueda tener hijos en unos años (perdona mamá) pero ahora mismo estoy contenta y quiero darme unos días antes de empezar a pensar en eso que me pone triste. Y además no tengo todos los datos todavía.
Llega mi padre esta noche. Santa Empresa me está poniendo todas las facilidades. Espero firmar mi nuevo contrato en breve por si tuviera que coger una baja.
Os voy contando más.
Besos a los 45 familiares directos 😉
NombreReal
P.d: el humor este es el que traía de serie y probablemente culpa vuestra. Ayer no me tomé pastillita y he dormido del tirón. Me he cortado el pelo y soy mamá dos.

 

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En próximas entregas, reacciones peculiares o lo que estoy aprendiendo estos días y otroen modo   contestataria

Heike – Fogg

Y entonces… Así es como se saludan en Dominicana.

En realidad tengo que hacer un poco de flashback y forward para decir que entre Hawaii y la semana de los aneurismas estuve en:

Calgary sacándome el visado para China, China, Miami y España. Casi ná. Y de hecho me bajé del avión después de 24 horas volando desde España y allí no estaba mi esposo sino su amigo que al ver mi cara me preguntó si no había visto los mensajes del guiri.

Así que directa al hospital. Y entre China y Miami pasé 72 horas en mi casa, de las cuales 24 en la cocina preparando sopas, purés, estofados etc para que mi suegra estuviera bien alimentada.

Os podéis hacer una idea de mi agotamiento vital. De las maletas. De los cambios horarios. Cuando el suegro se recuperó a mi me mandaron a NYC de reuniones para el proyecto más chulo de todos los tiempos.

Era el día 8 de Marzo y entonces llegó LA llamada. A hablarme de un trabajo nuevo, para la santa empresa, con jefes nuevos, un ascenso, un trabajazo, todo proyectos interesantes.

–  Y si quieres volver a casa pues vuelves.

De nuevo flashback, cuando vine a Canadá hace seis meses sabíamos por temas legales que al no tener mi bendita empresa sede en Canadá y yo estar empleada desde Miamiamol no podía pasar más de 182 días al año aquí. Busqué trabajos. Hice entrevistas. Ná.

Pregunté al mi esposo, oye mira lo que me ofrecen y es la pera y me dejan volver a casa pero si quiero Miami pues Miami ¿y tú que quieres?

Obviamente lo que el esposo quiere es quedarse en su país, en su ciudad, con su trabajo, hablando en su idioma, nos ha jodido.

A todo esto además de los viajes, la enfermedad etc, la pregunta de los últimos meses, la más escuchada, la que todo el mundo no deja de hacerme a mí es ¿QUÉ VAIS A HACER?

Y yo diciendo, estamos pensando, dejadnos, vamos a ver, etc. El mi esposo es muy de mandar a tomar por saco a su familia cuando le atosigan y entonces me atosigan a mi.

Y qué manera de atosigar. Cada vez que el canadiense no estaba, se daba la vuelta, etc, todas sus familiares femeninas, su madre, su hermana, su cuñada, su prima, la hija de su prima, bla, bla bla ¿QUÉ VAIS A HACER?

Que en realidad es mensaje en clave que significa ¿CUÁNDO VAS A DEJAR TU TRABAJO?

#quemedejéiscoñoya

Después de un día glorioso en Nueva York en el que enseñé el culo por Times Square a las 8 de la mañana, nos echaron de la sala de reuniones (todo forma parte del espectáculo y así son las negociaciones), me dejé los pasaportes en la caja fuerte del hotel, pasé dos horas en taxi yendo y volviendo de Manhattan al aeropuerto, perdí un vuelo, etc, por fin llegué a casa. De un humor de perros. Con un estrés y una necesidad de vacaciones…

A la mañana siguiente le dije al guiri: nos vamos de vacaciones una semana a Cancún. Porque es nuestro aniversario en tres semanas y tenemos que decidir qué vamos a hacer y necesitamos estar solos y relajados y disfrutar. Es 11 de Marzo y vaya tres meses llevamos.

Y deshaz maleta y haz maleta porque lo siguiente es un combo plus Rio de Janeiro- Miami – California de diez días. El guiri obsesionado con el virus zika.

Rio de Janeiro precioso, tampoco vi demasiado, aunque más que la vez anterior seis años antes que pasé 13 horas allí. El ambiente de trabajo bastante muy desagradable. Así que empecé a repetir en plan mantra «quedan 22 días para Cancún»

De ahí a California, mejor ambiente, muy interesante la convención de frikis y ya a casa.

Y era semana santa, pero como en EEUU te dan la libertad o no de trabajar me cogí el viernes libre. Con la idea de descansar. El guiri me hizo el lío y se fue a trabajar así que me encontré pasándome uno de mis escasos días libres en el supermercado con mi suegra Y QUÉVAISAHACER.

Que me deje, señora.

Esos días venían los cuñados y había varias cenas familiares. Así que me encontré con que de repente me impusieron tres cenas seguidas a las 17 30, con lo cual ya me imponen los horarios del resto del día en mi día libre. Y tres días seguidos lo llevo muy mal. Y rechinar de dientes y mesarse los cabellos. Y darme cuenta de que he perdido el cargador del fitbit, no sé en qué país/hotel me he dejado un libro, el ipad está en Nueva York, siento una falta de control y un desbarajuste horribles.

ENSIETEDIASCANCUNENSEISDIASCANCUNENCINCODIASCANCUN.

En una de esas cenas me sirvieron la famosa ensaladilla con marshmallows y nata montada de entrante. Cielo santo.

Dos días más tarde, un miércoles por la noche, exactamente  el 30 de Marzo, 3 días antes de Cancún vino toda la familia a cenar a casa. Al día siguiente se iban los cuñados. Cenamos costillas y ensalada. No me quedaron tan ricas las costillas como yo quería.

Nos fuimos a acostar y entonces…

En Enero estábamos en Hawaii para que yo fuera a una conferencia (sí, ya) y los guiri padres o guiri suegros estaban también pero en otra isla.

El guiri suegro es runner. Pero también es granjero así que no publica sus recorridos en facebook. Él no es muy de hablar. Es un hombre religioso y callado. Ya habla la guiri suegra por la mitad de la provincia.

Bueno total que estaban en Hawaii para que él corriera media maratón. 64 años tiene el señor. También tiene dos tatuajes, uno de un corredor en el gemelo derecho y otro en un brazo que pone Fly (Forever Live Young). Como os lo cuento.

El señor no pudo correr porque le dolía mucho la espalda así que cuando volvió a casa se fue al médico. Su hijo antes de tener ningún diagnóstico ya opinó que quizá es hora de que deje de correr tanto.

Envidia se llama eso en mi pueblo. Mi querido esposo que es digno hijo de su madre es bastante vago en cuanto a actividad física

– ¡Paseo al perro!

Llegó el diagnóstico y nos dijeron que tenía un tumor muy grande en la espalda que le oprimía la vértebra.

Un hombre sano, corredor que no fuma. Adicto al ketchup pero qué queréis. Es canadiense.

Linfoma no hodgkins con buen pronóstico. Quimio durante seis meses a ver.

El señor tiene problemas de coagulación y con todas las pruebas que le hicieron después de la primera ronda de quimio hace dos meses tuvo un aneurisma cerebral. Nos dijeron que no salía, muy complicado, le podía pasar de todo. Os podéis imaginar el percal.

Se recuperó de dos neurocirugías y en una semana estaba fuera de la UCI sin ninguna secuela. Pero la verdad es que de ánimo estaba hecho polvo. Todos hechos polvo.

Poco a poco mejoró y después de mes y medio en el hospital le dieron de alta antes de volver a por la segunda ronda de qumio.

Y entonces…

La hora

Cuánta vida en estas semanas.

Estoy en esta etapa de mi vida de casarme varias veces con el mismo, porque soy un poquito intensa.

Y ya me queda una sola boda en Canadá. La número dos merece post aparte, que será escrito en algún momento. Pero hoy quiero hablar de otro tema.

Los últimos tres años de mi vida han sido de transición. Una transición de la que estoy hasta el gorro. No tengo idea de cómo hemos sobrevivido Canadá y yo a casi cinco años de relación a distancia. Lo hemos hecho como hemos podido.

Me encantan las opiniones ajenas de: «claro, ¿pero cuánto tiempo habéis pasado juntos en realidad?»

Cómo le gusta a la gente menospreciar a los demás. ¿Alguien se imagina la cabezonería, voluntad y confianza que exige una relación a distancia durante cinco años? ¿Los sacrificios?

Sea como sea ya está, estamos en cuentra atrás. La transición llega a su fin y empezamos una nueva etapa. Que da miedo y vértigo pero la transición ha sido muy larga y básicamente me he dedicado a trabajar. Hasta el punto en el que se me hace muy complicado diferenciar el yo trabajador del «yo, yo» y me parece lamentable. También es cierto que la presión, el ritmo y el ambiente lo hacen muy fácil. Ha sido mi prioridad y ya es momento de otras cosas.

Ha sido dolorosa esta sensación de estar estancada según los amigos llegaban a Miami y se volvían, avanzaban, tenían familia, se echaban novios y demás cambios vitales.

Y yo aquí en mi casa que tengo sin decorar porque «solo venía para un rato». Tres años y tres meses de rato no está mal. Es momento de viajar al Norte de nuevo y formar una familia. De hacer nido, pintar paredes, poner cuadros, cocinar para dos, buscar un perro, leer libros, visitar a la familia los fines de semana. De hacer pan, quizá aprender a tocar un instrumento, cuidar de las plantas.

Con todo lo malo también, que al final he venido a jugar y sin lo malo uno no sabe valorar lo bueno.

Y ya es hora.

No sé ni por dónde empezar.

¿Por el principio? Mis padres son de izquierdas y cuando yo nací los lazos eran burgueses. Así que me vestían de bebé obrero. Mi padre me regalaba grúas y retroexcavadoras para que jugara. Estaba claro que yo era una niña, me ponían también vestidos etc, pero no me educaron con limitaciones debidas a mi sexo. Nuestro padre nos apuntó a las dos a clases de ajedrez porque el pobre quería que fuéramos las Polgár. Con cuatro años. Vaya coñazo. Suelo decir que me tiró a la marmita del ajedrez demasiado joven y me produce rechazo. Pero los hombres que juegan al ajedrez tienen puntos extra conmigo.

En mi adolescencia no era demasiado femenina, en clase me llamaban la nadadora «nada por delante y nada por detrás». Qué entrañables los adolescentes. Yo era muy buena estudiante, me gusta leer, tengo buena orientación espacial, se me dan bien las matemáticas y los idiomas. Quería ser traductora y en casa no me apoyaron demasiado en mi decisión.

Terminé estudiando telecomunicaciones porque era la única ingeniería sin dibujo.

La primera vez que me topé con machismo así en la cara fue en la Universidad. Cuando nuestros compañeros capullos nos ninguneaban a nosotras. Eramos más o menos 50 % de mujeres en clase, en clases bastante pequeñas porque la carrera era nueva. Y nos encontramos con que nos apuntábamos en listas para ir la hora de laboratorio que nos convenía y nos tachaban de las listas. «Para estar ellos juntos». Y luego hablan de las mujeres en el baño. La historia se polarizó tanto, incluidas unas elecciones a delegado en las que salté por encima de una persona porque cada voto contaba y faltaba un voto de nuestro lado, que los profesores acabaron también polarizados. Había profesores que daban clase a  las chicas y otros que daban clase a los chicos.

Los capullos pactaban las preguntas que se iban a hacer después de que uno de ellos hiciera una presentación. Y a nosotras nos hacían preguntas a putear.

De allí me fui a mi primer trabajo y todo esto desapareció. Conocí a mis chicos madrileños, a los que quiero y son mis amigotes. En ese trabajo había un ambiente que no he vuelto a tener después. Trabajábamos a turnos y pasábamos tantas horas juntos que la amistad se hizo muy especial.

Después cambié de trabajo y me fui a una empresa menos moderna. Una empresa… con la que tengo una relación de amor odio.

La primera vez que me encontré con una situación sorprendente fue cuando mi gerente me presentó a otro jefe diciendo «Esta es Heike, mira que alta y que simpática es». Se me hace complicado pensar en una presentación parecida de un compañero.

Hubo otra vez en la que iba a tomar un autobus en Brasil y alguien me dijo que no era buena idea siendo mujer. Como le explicaba a Agur en su día, hasta ese momento no había sido consciente de que hacer ciertas cosas siendo mujer no es buena idea.

Que no se me malinterprete, por supuesto que he pasado miedo yendo yo sola a casa por la noche y más después de un episodio muy desagradable en mi familia, pero es difícil que me sienta intimidada. Mido 1 80.

SI que os voy a decir desde mi experiencia que los hombres bajitos, con alguna excepción claro, odian a las mujeres altas. Algunos son tan capullos que se sienten amenazados y necesitan humillarte verbalmente para sentirse superiores.

Mi trabajo es muy técnico y ya pasé hace muchos años en mi empresa latinoamericana la barrera de tener que defender mi posición, porque al ser mujer no están acostumbrados a que tengas conocimientos técnicos o a que les digas desde tu posición de jefe de proyecto qué es lo que tienen que hacer y qué esperas de ellos.

Un gerente me dijo una vez que las mujeres vascas somos así porque no tenemos un hombre al lado que nos domine. Tuve que recordarle que mi abuela se quedó viuda con 44 años y 6 hijos a su cargo. A la mierda, hombre ya.

Ahora estoy llegando a una nueva etapa muy agradable en la vida de una mujer trabajadora. La etapa en la que tienes 3x años, estabilidad económica y sentimental y dices bueno pues voy a ser madre. Y  nunca es buen momento. O la probabilidad de que sea buen momento es escasa. Y menos en un mundo sin compañeras ni jefas. No lo entienden. Ellos no tienen este problema. Ellos no tienen que buscar 5 meses en los que parar. Y si tienes 31 años como es mi caso, en el que se considera «que soy joven» pretenden que lo retrase n años hasta que «les venga bien». Claro porque si tengo éxito en mi carrera cuando tenga más responsabilidad será mejor idea parar en ese momento que ahora cuando empieza a irme bien. Y es mejor idea tener el primer hijo con casi 40 años que con treinta y pocos, no te digo.

Yo digo que esto se solucionaría si obligaras a los hombres a tomarse baja paternal tan larga como las de las mujeres. Porque los hijos no son solo tuyos. Como decía la COO de Facebook en esta campaña , los hijos no son un trabajo a tiempo completo de las mujeres y a tiempo parcial de los hombres. Pero también tengo compañeros que dicen que si obligaras a los hombres a tomar una baja paternal la natalidad caería drásticamente. Que si fuera así ellos no tendrían hijos. Madre mía, cómo está el patio.

Me está ocurriendo otra cosa graciosa post-feminista (¿o machista?) en la que estoy recibiendo presión para tomar una decisión profesional que afectaría profesionalmente al canadiense. Es decir, que yo tendría trabajo y él no podría trabajar. Y me están diciendo que opinar que quizá esa oportunidad profesional ahora no sea buen momento es machista y que él debería dejarlo todo. Que darle prioridad por una maldita vez a mi vida personal sobre la profesional es un error.

Así que de nuevo «trae , que te organizo tu vida, que tú no sabes». ¿No es machista esto? ¿Dar por hecho que yo no sé tomar decisiones por mí misma? ¿O que no tengo derecho a tomar una decisión en conjunto con mi pareja entendiendo sus necesidades y tratando de llegar a una solución que nos convenga a los dos? ¿Sería aceptable para ellos que él hiciera lo mismo? ¿Que tomara una decisión unilateral que me afectara tanto a mí?

Ojalá todo este asunto de la maternidad fuera flexible biológicamente y pudieras decidir «cariño, no me viene bien tener un niño ahora, tenlo tú y luego lo tengo  yo». Sería más justo. Ya que biológicamente es nuestra la responsabilidad física y biológica de tener hijos, no estaría mal comprensión y apoyo por parte de la sociedad.

Que no nos despidan, que no juzguen cuándo ni cómo ni con quien, ni si si ni si no. Que no consideren que la responsabilidad después de paridos es únicamente nuestra, que no tenga un precio tan alto, que os calléis y nos dejéis en paz, coño.

Que a vosotros ningún metro medio de mierda os ha dicho delante de 15 personas que os quería tocar el culo y le han reído la gracia. Ni os pagan menos, ni tenéis que currar más, ni demostrar más, ni tener cuidado si sois muy bruscas porque entonces sois unas mandonas y unas brujas, ni unas flojas si os ponéis a llorar de rabia.

Si los hombres tuvieran la regla les darían dos días libres al mes.

Yo era feminista sin saberlo, era feminista  porque mi padre hacía y hace de todo en casa y jamás nos han educado en servir a un hombre, ni en lo que es «ser femenina» ni en no dar nuestra opinión, ni en que hay cosas que no debamos hacer.

Pero ahora, cuanto más sé del mundo más feminista soy.

Y a los que hablan de feminazis les cortaba el pene, como hacen con el clítoris de muchas niñas en este mundo. O les decía que no pueden leer,que no pueden estudiar,  que no pueden reírse sin taparse la boca, que está mal hablar sin que te pregunten, que tienen que depilarse, que una semana al mes son impuros, que tienen que pedir permiso para viajar o abrir una cuenta bancaria, o ir acompañados a los bares, o que comer solo en un restaurante es triste, o que ir solo al cine es triste, o que no les invitamos a no se qué viaje para poder irnos de putos.

Y otro día hablamos del famoso techo de cristal.

Cambios lógicos

Para M, por su talento.

Cuando era pequeña me encantaba pasar ratos con mi padre mientras él veía la televisión en su habitación.

Inciso

Acabo de darme cuenta, muy en mi estilo, de que quizá tener dos televisiones en casa y que los fines de semana cada uno viera una televisión distinta es significativo

Fin del inciso

Mi padre veía partidos de fútbol o baloncesto por la televisión, generalmente solía ser baloncesto. Como decía, en esos momentos mi madre me solía mandar «con tu padre». Yo era una niña bastante habladora, supongo que tenía a mi madre con la cabeza loca y la mujer quería tomarse un respiro.

Así que la historia comienza una de esas tardes de invierno de fin de semana en Bilbao. Calculo que yo debía de tener unos seis años, probablemente estaban en el descanso porque creo que acababa de sobrevivir a una batalla de cosquillas, que solo paraban cuando yo gritaba «me rindooooooo» y  entonces…

-Oye papá, ¿tú cuando eras niña cómo te llamabas?

-¿Cómo?

– Sí, que cuando eras niña papá, que cómo te llamabas.

¿Cómo que cuando era niña?

Ahí me vi obligada a explicárselo, papá hijo que pareces tonto.

– Ya sabes que cuando nacemos, pues somos niñas y de mayores somos señores y al revés. Yo de mayor voy a ser un hombre. Entonces, ¿tú cuando eras niña cómo te llamabas?

– Pero ¿dónde has leído eso? ¿Quién te ha contado eso?

– No lo he leído ni me lo ha contado nadie papá, yo lo sé.

– No hija, nadie cambia de sexo al crecer.

– Papá… ¿que es eso del sexo que no lo entiendo?

– Pues que tú naces niña y luego vas a ser mujer, no vas a ser un hombre.

Papá, entonces ¿tú eras un NIÑO?

– Sí cariño.

Y el pensamiento me hizo tremenda gracia. Y también sentí una vergüenza infinita al comprobar que estaba equivocada y que yo creía una cosa que  no era verdad.Es lo que más recuerdo, el sentimiento de vergüenza después.

Cuando conocí al guiri en La Alberca, provincia de Salamanca, su nivel de español era «un brugal con cola, por favor».

Hay que tener claras las prioridades.

En los cuatro años que han sucedido desde entonces hemos tenido un avance… exponencial. Es decir, 0 durante tres años y bastante el último año. Las dos semanas que hemos pasado en España se ha disparado el tema.

Me decía @Agurtz40 el otro día en L’Escala que tenía que apuntar sus gloriosos momentos y lo cierto es que bebo demasiado y se me olvidan. Pero nos echamos unas risas esos días, así que aprovecho para 

A)actualizar el bloj

B)hacer pequeña recopilación de la evolución del guiri en español

Como os decía, en Septiembre de 2010 sabía decir «brugal con cola». También sabía decir «cerveza». En Enero de 2011 decidió que «de nada» se decía «Buenos Aires» y fue una coña nuestra durante un tiempo. 

Esos meses me di cuenta de que estaba aprendiendo a hablar como un gayer. Es decir, yo soy bruta pero chica, así que le decía cosas como besitos, mimos y tal, que él repetía. Y claro, «brugal con cola, besitos», no sé, me estaba quedando un guiri un poco gayer. 

Por ahí debió aprender la palabra «guiri» y su significado y le encantó. En nuestro país a veces tendemos a pensar que los guiris, con sus chancletas con calcetines, su color rosáceo y todos sus complementos son gilipollas. Si le doy al botón de avanzar en el tiempo me planto la semana pasada en el que una chica a la que acabábamos de conocer me pregunta «¿pero sabe exactamente el significado de la palabra guiri?» y cuando le dije que sí nos miró como desconfiada. Pero tres días más tarde otra persona resumió la actitud vital del guiri con un «a veces cuando le vacilo me da la impresión de que me está vacilando más a mí él que al revés». 

En Abril de 2012 vino a España y le metí en una clase de español una semana. El primer día abrió la puerta de casa diciendo «¿Qué tal, jefa?»

Podemos casi que hacer un fast forward hasta Agosto de 2013 que es cuando la cosa empieza a tener miga. Le regalé un libro de español al grito de «hace un año y medio te dije que o aprendías o no me iba contigo a Canadá, pontelaspilascoñoya». Así, motivando en positivo.

Así que la semana que estuve en su casa hace exactamente un año hubo bastantes progresos. Llenó su casa de pegatinas «la puerta», «el dormitorio», «la alfombra». 

La mejor anécdota de esos días… Como buen norteamericano piensa que cualquier palabra se traduce al español añadiendo una «o» al final. Andaba yo por casa buscando mi sudadera (en Norteamérica «hoodie») y él estaba aprendiendo a decir «la bicicleta está en el jardín», «la mesa está en la cocina», «la sal está dentro del armario sobre el horno». Como os decía andaba yo buscando la sudadera, me mira y me dice todo serio «el hoodie-o (hudío suena) está en el dormitorio). Me empecé a descojonar pensando en un señor judío viviendo en el dormitorio, tipo Gila con el señor del pasillo. Y el guiri «encima que lo intento». «Claro que aprecio que lo intentes pero es que eres muy gracioso».

Tenemos algunos problemillas porque el libro está en español latinoamericano, así que hay algunas cosas que le voy corrigiendo y como mi estimado esposo es cabezón -como solo un descendiente de granjeros canadienses puede serlo- se me cabrea.

Como si decidiera yo cómo se habla en los países. Cuando él me suele corregir mis palabras de inglés británico que yo aprendí como 15 años antes de que él llegara a mi vida.  

Cuando nos casamos en la boda número uno, en nuestra boda bilingüe oficiada por una señora dominicana, tuvo el detalle de decir los votos en castellano también. No tenía ni puta idea de qué estaba diciendo, pero fue un detallazo.

En Mayo me fui a verle y… 

– Maridooooooooooooooooooooooooooooo

– Why are you calling me yellow? (amarillo)

En otro momento…Salimos de un concierto a las once de la noche y debía haber como diez grados y el guiri iba en manga corta. 

Así que le pregunto:

– ¿No tienes frío?

– Noventa

– ¿Noventa? Ninety?

– Noventa… Vanta, venta, vantaaaa, ventaaaaaa, vintooooo VIENTO.

La palabra viento se le ha atravesado, no hay puta manera de que la diga, así que le enseñé a decir «brisa», que se parece al inglés «breeze». Lo que paza eh que me ha zalio un guiri gaditano. Es decir, que a veces me pone Zs donde no corresponde, así que dice «briza». El otro día estábamos hablando Agur él y yo y tuvo como tres frases seguidas con «z»s donde no correspondían y yo no podía más de la risa. Pues está encantado con eso de que tiene acento gaditano. Otra característica de su particular método de aprendizaje del español es que si una palabra es difícil decide que no tiene por qué aprenderla. El otro día intentaba convencernos de que el verbo ir, al ser irregular no tiene por qué aprenderlo. Además del libro, el Duolinguo también está en sudamericano, así que no quiere aprender a decir «vosotros». 

Y luego por supuesto que a veces me hace plantearme cosas que jamás me había planteado.

– A ver, ¿la palabra barba por qué es femenina? ¿por qué?

«¿Por qué?» es una de las cosas que ya solo dice en español.

Sus momentos de traducción literal:

– Encantada de conocerte

– Y tú

Al principio solo decía palabras sueltas, poco a poco dejó de decir palabras en inglés y ya solo dice en castellano «sí». Ahora solo dice la hora en castellano, de hecho muchas mañanas se despierta «¿qué hora es?». El otro día que tuvo que madrugar para coger un avión «no gusto tres de la mañana». 

Me imagino que vernos hablar tiene que resultar particular desde fuera, hablamos casi todo el rato en inglés pero ya hay palabras que son solo en castellano, como «porfa», y nos llamamos «mono» y «mona» el uno al otro. 

La semana pasada en las vacaciones con los amigos aprendió muchas cosas, la más importante a decir «Sí, cariño».  Y al igual que «tienes razón», enseguida empezó a utilizarla con recochineo. 

Jodido guiri. Por cierto, que aprendió a decir «estar jodido» la semana pasada y me preguntaba por qué no se lo había enseñado antes. 

«Sale, sale». Eso decías cuando me duchabas los veranos que pasaba en tu casa.

El champú geniol de fresa. Los paseos con Kaiser para que corriera. Tus uñas de color rojo, la vez que te quemaste el dedo asando pimientos en Cuenca.

El pan de Mungia, los besos a la foto de aitxitxe todas las noches antes de dormir. El bizcocho en tu fuente de bizcochos. Los colacaos con azúcar. Los petisuis con azúcar.  Las patatas rellenas. El agua de limón, los pitilingorris para comer. 

Los gritos con tu hermana al entrar al agua todas las tardes. Tu bolsa con la merienda. El cajón del pan. La foto con el pelo a lo pincho, la de la moto. Los caramelos de «La asturiana». Aquella tarde en la consulta del médico.

Ir contigo a misa, tu bitter kas al salir, el sentido del humor. «Me dicen que te pareces a mí, así que debo de ser muy guapa». Cuando M te dijo «y tú gilipollas» al llamarle capullo. Capullo de flor querías decir, claro.

La dicotomía «vida/mierda». Qué mujer, o nos llamabas «vida» o después de 4 nombres decías «mierda». «Niño, te voy a dar una órdiga». La obsesión con las esquelas «mira qué foto han puesto, de cuando tenía 40 años menos». El rotulador de color rojo para marcar las siete diferencias. La pegatina del inspector gadget de la cocina. Cuando mi primo te empezó a llamar amama sin ser nieto tuyo y le dijiste que de eso nada, que para él eras «señora Marta».

«Nunca lo vi». Tú me enseñaste lo que eran los signos del zodiaco y que tú eras Aries y yo Libra. Y las primeras telenovelas que llegaron a España las vimos juntas, aunque yo tuviera 6 años. Enseguida te aburriste claro, eso eran sinsorgadas.

Los comentarios políticamente incorrectos, dejar las cosas «curiosas», el gato que tuviste que era igual que tú. Las peras al vino que eran más bien a la gelatina de vino. Tu tenedor. «Amama, tú no eres vieja, la tercera edad empieza a los 65 años». Figúrate que yo debía de tener 5 años y me acuerdo de esa conversación. 

También tenías cosas raras como decir que Ibarretxe y Zapatero son guapos. Eso debe de tener tantos años de viudedad, que pierdes perspectiva. 

También influye en que hayas tirado los tejos a diferentes novios míos y que en los últimos tiempos volvieras en ti solo cuando había hombres alrededor. 

Te fuiste hace menos de dos semanas, así que este año es pronto para que nos juntemos los 30 que somos  a celebrar tu cumpleaños. Pero espero que el año que viene retomemos la tradición. 

Por cierto, para que te quedes tranquila, tu esquela quedó bien. Y el cura dio una misa bonita, nada de chorradas de qué suerte que te habías ido con Dios. Habló de tus tres grandes virtudes, «que nunca falte un plato en la mesa para uno más», tu simpatía y tu bondad.

Genio y figura, Martita.